Una avioneta detectada por la Fuerza Aérea Mexicana en la frontera sur, a la cual dio persecución durante cinco horas, se desplomó en La Botija, municipio de Amealco. Los dos tripulantes perecieron y dentro se encontró droga, reportaron autoridades estatales.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) descubrió en sus radares que la aeronave ingresó a territorio mexicano por la frontera sur y que a las 15:30 horas del lunes llegó al espacio aéreo de Querétaro.
De acuerdo con las autoridades, la avioneta fue perseguida por helicópteros de la Sedena, por lo que sobrevoló en círculos entre Guanajuato, Michoacán y Querétaro hasta que se quedó sin combustible.
Finalmente, cerca de las 21 horas se desplomó en el ejido El Rincón de la localidad La Botija, a unos 112 kilómetros de la capital queretana.
A la medianoche, la policía estatal informó en su cuenta de Twitter que autoridades federales, estatales y municipales atendían una llamada al número de emergencias 911 sobre un incidente con una aeronave y que el servicio de emergencias reportaba dos personas fallecidas.
Elementos de la Sedena resguardaron ayer la zona donde cayó la avioneta y hasta el cierre de esta edición la dependencia federal no había emitido información oficial.
Personal de seguridad estatal dijo que la avioneta, de la cual no dieron especificación alguna, transportaba 355 paquetes de cocaína con un peso global de 400 kilogramos.
El pasado 5 de julio, un helicóptero artillado de las fuerzas armadas abrió fuego contra un jet Hawker 700 presuntamente tripulado por miembros del crimen organizado, quienes se vieron obligados a aterrizar en el kilómetro 61 del tramo carretero Chunhuhub-José María Morelos, municipio de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo. Ya en tierra, la aeronave matrícula XB-RCM se incendió.
La Sedena reportó que confiscó la aeronave y un vehículo que transportaba aproximadamente 390 kilogramos de polvo blanco con las características de la cocaína. La droga, con un valor estimado de 109 millones de pesos, y los vehículos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República.
Esta institución reportó que en un año aeronaves de hélice o turbina han sido utilizadas al menos en siete ocasiones para transportar enervantes, y tras aterrizar en estados del Caribe mexicano son destruidas para evitar que sean rastreadas.