Un nuevo monolito apareció en días recientes en un barrio de Bandal en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo.

La estructura metálica medía más de tres metros y atrajo la atención de los pobladores.

Al principio comenzaron a tomarse fotografías  junto al monolito, pero días después, los propios habitantes destruyeron la escultura golpeándola  y finalmente decidieron prenderle fuego.

En redes sociales, un video fue difundido donde se puede ver el momento en el que los pobladores golpean, queman y al final aplauden la destrucción de este.

 

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