Fue una noche redonda, brasileña, de cantera y prácticamente espectacular en el Olímpico Universitario, pues todo se conjuntó para que Pumas terminara venciendo 5-0 a un Toluca visiblemente mermado por las secuelas del Covid-19, pero los felinos siendo los menos culpables de la condición de su rival, aprovecharon y de la mejor manera.
Llegó el momento de que se jugara el partido que se aplazó por la cantidad de contagios de Covid-19 en el Toluca, que al final completó su 11 titular con tres juveniles (Gutiérrez, Sartiaguín, y Jorge Rodríguez), el resto eran ya Diablos consolidados, pero que sí se les notaba cansados, probablemente a causa de haberse enfermado.
Y Pumas aprovechó. A pesar de que también tuvo que hacer ajustes en la defensa y el ataque por la lesión de Freire y suspensión de Dinenno respectivamente, terminaron siendo superiores y más peligrosos que los mexiquenses. Incluso, Diogo tuvo varias oportunidades al inicio del partido, pero no pudo concretar ninguna.
Hasta que a los 30 minutos de partido, Rogerio sacó una pincelada que culminó en el gol auriazul, luego de un pase de Alan Mozo, el brasileño se acomodó e hizo hasta la imposible por empujar la pelota que parecía no alcanzar.
Para la segunda mitad llegó lo mejor. El esfuerzo le dio frutos a Pumas y de paso la nula actividad del Toluca en el campo, se conjuntaron. Y en menos de 10 minutos (60′ y 63′) llegaron tres goles más, primero los brasileños Diogo y Rogerio pusieron adelante a los felinos.
Pero la cereza del pastel llegó cuando Jorge Ruvalcaba entró al campo, y siendo el décimo debut de Andrés Lillini, el juvenil convirtió en gol la primera pelota que tocó. Universidad ganaba 4-0.
Aunque ahí no acabó la cuenta porque en una noche brasileña auriazul, Meritao se dio tiempo para marcar su propio gol.
Al final, el debut de Pumas fue espectacular y el de Toluca muy desafortunado todo por culpa de la pandemia.