El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que, la protección otorgada por Genaro García Luna como secretario de Seguridad Pública al cartel de Sinaloa, durante el sexenio de Felipe Calderón, permite decir que México fue un narcoestado.
El asunto fue abordado por el mandatario, en su conferencia de prensa matutina, al insistir a su secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, para que funcionarios que se hayan desempeñado durante el período en que Garcia Luna ocupó el cargo, queden fuera de la actual administración.
“Es un asunto que debe seguirse tratando sin miramientos, sin protección a nadie”, consideró el titular del Ejecutivo.
Apenas la semana pasada Alfonso Durazo dio a conocer la suspensión de dos funcionarios con cargo de dirección y algunos otros de menor relevancia en la estructura jerárquica, por haber ocupado cargos en la época de García Luna, un asunto en el que abundó esta mañana el mandatario.
Luego, garantizó que en su gobierno se plantea una línea divisoria, entre autoridad y delincuencia a fin de que el país no quede en manos de la delincuencia como ocurría en el pasado.
“Yo sinceramente, en ese entonces, pensaba que no era correcto clasificar de esa manera al Estado Mexicano, pero luego, con todo esto saliendo a relucir (en el juicio a García Luna en Estados Unidos), pues sí se puede hablar de un narcoestado porque estaba tomado el gobierno: quienes tenían a su cargo combatir la delincuencia estaban al servicio de la delincuencia, mandaba la delincuencia, era la que decidía a quien perseguir y a quien proteger”, dijo.