Gulagu, el proyecto contra la corrupción y la tortura en Rusia, publicó una serie de videos y fotografías que exhiben maltratos, torturas y violaciones a los derechos humanos sufridas por los presos de varias cárceles del país.
El grupo humanitario, que reúne a más de 18 mil defensores de los derechos humanos, asegura tener más de 40 gigabytes de pruebas.
Ahora, los servicios de inteligencia de Rusia investigan lo que ha sido catalogado como una filtración sin precedentes que pone a prueba al Servicio Federal de Prisiones.
El secretario de prensa de Vladímir Putin, Dmitry Peskov, señaló que de confirmarse la autenticidad de los videos y fotografías iniciarán una investigación muy seria.
Por lo pronto, el escándalo ha traído consigo la dimisión del director de los servicios penitenciarios de Sarátov, al sur del país, así como el despido de varios de los funcionarios de prisiones de esta región.